LA NARRACION DE LA EXPROPIACIÓN PETROLERA
El país en el que vivimos, ha surgido de su historia, es el resultado de luchas y esfuerzos que hicieron nuestros antepasados.
Recordemos que la dictadura de Porfirio Díaz trajo muchas consecuencias una de ellas fue que ingleses, norteamericanos y alemanes se apoderaron de las riquezas que México poseía.
Pero un joven llamado Lázaro Cárdenas tomo la presidencia en el año de 1935, donde se propuso a cumplir las promesas que habían llegado a ser solo leyes escritas.
Cárdenas pensó que el país tenía que dominar sus empresas industriales más importantes, y para lograrlo inicio la compra de los ferrocarriles y la expropiación de latifundios. Ya que los grandes negocios estaban en manos de los extranjeros poseían el petróleo. Las compañías extranjeras no querían mejorar los salarios de sus trabajadores. Debido a esto los trabajadores recurrieron al gobierno y los tribunales decidieron que los trabajadores exigían un aumento justo.
Las compañías petroleras no hicieron ningún caso, y en ese momento el presidente Cárdenas en 1938 decidió la expropiación de la industria petrolera, obligo a los extranjeros a venderle al país su maquinaria, sus pozos y sus refinerías.
Al suceder lo anterior las diversas compañías se unieron en una para formar PEMEX quedando en manos del gobierno.
Aunque se habían iniciado varias industrias, México aun recurría a productos manufacturados por los extranjeros. Un año después en 1939 se inicio una guerra entre muchos países que duro 6 años la cual termino en el año de 1945. México no podía comerciar con ellos porque solo se producía para la guerra. Entonces el país empezó a producir muchos productos, al principio la gente desconfiaba de la calidad del producto mexicano, pero como eran los únicos que existían se vendían y las industrias crecían. Después el país pudo exportar productos agrícolas, mineros y ganaderos a países que estaban en guerra uno de ellas fue Estados Unidos.
Cuando termino la guerra en 1945, México había empezado a dejar de ser un país rural para convertirse en país industrial para cambiar la vida.
Debemos empeñarnos en que los ideales de justicia y libertad, por los que lucharon muchos mexicanos en el pasado, se hagan realidad: Que cada nación controle la explotación de sus propios recursos naturales.
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